Al azar se toman cuatro personas del grupo quienes serán gatos. El resto del grupo serán perros. Todo el mundo se pone un paliacate para taparse los ojos y se mueve gateando por un espacio amplio y seguro.
Los gatos, con los ojos vendados, se quedan en la mitad del espacio, y los perros se acomodan donde quieren en el aula, lejos de los gatos e inmóviles. Cada vez
que el grupito de gatos grita “miau” los perros contestan “guau”. Los gatos escuchan atentamente las respuestas y tratan de ubicar a los perros y tocarlos. Cada vez que un gato toque a un perro, éste se queda en silencio (ya no puede ladrar). El juego termina cuando se atrapa al último perro.